Para entender a la Langosta 2

o cómo dejar de ser zomby y no morir en el intento
©2009, La Langosta Espía |

Y resultaba inevitable escribir dos versiones porque hacía más de una década que ningún lector se actualizaba en la especial lógica de esta revista, hoy trasformada en Blogzine.
Si eres un lector salteado, a lo mejor obviaste el editorial y te pasaste a La Antepenúltima Verdad. Entonces, ya vas de gane, porque conoces la temática de este número. Pero si esto es lo primero que lees, hay que advertirlo:
Este es un número dedicado a contrarrestar la epidemia de zombyficación que asuela a este mundo. Y no, no se trata de un error (horror) ortográfico, por eso hay que precisar que para esta Langosta, el término puede ser escrito de tres modos distintos con distinto significado:
  1. Zombie.- Designa al muerto viviente de las tradiciones vudú.
  2. Zombi.- Designa al muerto viviente de las historias de terror, fílmicas o narrativas (por supuesto, no hay una convención vigente, preestablecida, en este sentido, en la cultura popular).
  3. Zomby.- (Neologismo langostero) Designa al muerto viviente que recorre las calles palpables de todo el mundo.
Y no, los efectos no son tan visibles como en Resident Evil. De hecho son tan terriblemente sutiles que les vale sombrilla la tradición fílmica y la mayor parte de sus supuestos.
Sólo la mayor parte.
Enfrascarse en discusiones racionales con los contagiados no va a llevarte a ningún lado, como no sea al suicidio mismo.
Atacar o golpear a tales zombys... tiene efectos muy similares a los que has visto en el cine: a los agredidos les da por en verdad destruirte y se olvidan de toda crónica de la infancia o de la universidad compartidas.
Algo más tienen en común estos zombys con los fílmicos: buscan hacerte uno de los suyos, comerte el cerebro y reemplazártelo por las mismas porquerías que a ellos les funcionan como masa gris; es decir, por el virus mismo o la porquería que los vuelve zombys.
El síntoma pasivo más identificable es oral: los contagiados empiezan, a la mínima provocación, a predecir, como si diosito les hubiera hablado, el fin de todas las cosas. O mínimo de la cosa o ser que más amas.
Te recomendamos, por lo tanto, poner metros o audífonos (aunque también existen zombyficantes musicales) de distancia de quienes hayas identificado como contagiados. Y presentar una resistencia oral, escrita, pero alejada de ellos.
Los Laboratorios de esta Langosta Se Ha Posteado trabajan en este mismo momento en generar una vacuna para tamaña epidemia, pero, hasta nueva noticia lo más que podemos ofrecerte es un breve manual de procedimientos, una lista de elementos básicos, indispensables para poder evitar el contagio.
Como todo manual de supervivencia mínimo, la lista de consejos básicos requiere de lectura concienzuda y una adecuada memorización. Una opción práctica consiste en imprimirla, fotocopiarla en bonitas tarjetitas que puedas colgar en cada punto estratégico donde el combate tenga mayor probabilidad de iniciarse. Y consultarla a la más mínima duda.
El termino zomby se usa en estas líneas de manera genérica, para identificar a la especie, por ende, quedan incluidas en tal rubro todas las variables genitales posibles.
Sin más, este es el
manual anti contagio zomby

Cómo reconocer a un zomby:
  • Un zomby no se conforma con mirarse en el espejo para saberse existente.
  • Un zomby precisa de ropa y artículos tecnológicos y/o decorativos (gadgets) externos para afirmar su existencia.
  • Un zomby sólo se siente "vivo" cuando compra, y es visto en el shopping por otros zombys.
  • A un zomby no lo define su esencia, es definido por lo que posee.
  • La autoestima de un zomby es directamente proporcional al valor monetario de su medio de transporte.
  • Un zomby considera deleznable el término artículos de primera necesidad.
  • Un zomby considera sub-humanos a todos aquellos que no se guían por sus mismas directrices.
  • Un zomby adora a tal punto su condición que cada fin de semana asiste al antro para poner a prueba el alcance de sus logros.
  • Para un zomby existen dos canales fundamentales: Fashion TV e E! Entertainment Television. Ellos son su guía. Su biblia.
  • La meta de un zomby es simple: volverse el mejor de los zombys, es decir, el más famoso.
  • Los zombys, como los aristócratas, siempre estarán en búsqueda de demostrar la pureza de su raza.
  • Los zombys creen en su árbol genealógico como en dios.
  • Los neo zombys constituyen la peor clase. Suelen conocerse como zombys-wannabe.

Principios de Autoafirmación Azombytica
  • Tu mundo es tu mundo y no tiene por qué parecer el devenir de una película.
  • Las películas y las novelas son ficciones, por más que aseguren basarse en hechos reales.
  • La gobalidad es una estrategia comercial para hacer que el mundo parezca una película.
  • Los reality shows no son realidad, son la estrategia más elaborada de los zombys para hacerte uno de ellos.
  • Cenicienta no existió. Y es muy poco probable que tu árbol genealógico te depare una sorpresa de dimensiones aristocráticas.
  • Las modas son pasajeras porque se mueven al influjo de la mercadotecnia.
  • La moda no desaparece ni se destruye, únicamente se transforma.
  • Ser adicto a la moda es una enfermedad sin cura física definitiva cuyo tratamiento implica, ineludiblemente, el síndrome de abstinencia.
  • Tu vida es un hecho biológico, no mercadotécnico, no parte de una transmisión de TV, como no sea la destinada al televisor de Dios.
  • Si Dios gusta de una moda, la única pista que tenemos de ella está en la biblia.
  • Fuera de conceptos cosmogónicos, lo único que en verdad necesitas te lo exigirá tu cuerpo.
  • A tu cuerpo le valen gorro las marcas.
  • Toda raza, hasta en los perros, es producto de una serie de mezclas, por ende, no existe raza pura.
  • La raza pura supone y precisa la endogamia.
  • La endogamia es el camino de la degradación genética.
  • La endogamia, en todo caso, es un complicado sistema para validar los círculos sociales.
  • No importa cuánto te esfuerces en comprar estupideces para demostrar tu estatus zomby, si no eres parte de esa familia endogámica, estás fuera del juego.

Máximas Antizombyticas

  • Las mujeres son mujeres, no muñecas. Entre más se parezcan a éstas, más plásticas y zombys te resultarán.
  • Si te gustan las muñecas, cómpralas, juégalas, pero no te cases con ellas. Menos aún si es una mujer operada para ser muñeca.
  • Si quieres ser cool, métete al refigerador.
  • Recuerda el viejo principio: aunque la mona se vista de seda, mona se queda (así que olvídate de trapos de diseñador y los mil gadgets que pudieran aumentar tu estilo).
  • Mírate al espejo y acepta tu especie.
  • Los autos son medios de transporte, no de conquista.
  • Los autos, como medida pírrica de conquista, son ilusorios y las zombys son expertas en descubrir estas artimañas.
  • No te vuelvas un muerto-viviente-del-trabajo sólo para pagar un estúpido deportivo que nunca usarás.
  • Si te gustan las telenovelas, escríbelas pero no trates de hacer que los demás vivan tu argumento.
  • El mundo sólo es aburrido, si no participas en él, si dejas que otros lo construyan por ti.

Y permutaciones similares, sin fin.

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