Pero no me refiero al concursito de TV Azteca, sino  a la "Academia" que vuelve a hacer de las suyas y no conformes con haberle dado el Premio Nobel de la Paz a Barack Obama por todas sus buenas intenciones, cosa que agradeció mucho y para demostrar su encono en la lucha contra la guerra, mandó de inmediato a más tropas al lugar de donde dijo las iba a retirar.
     Ahora, desde la madrugada del día 7 de octubre, nos asaltan y arrebatan un nuevo sentido al entregarle a Vargas Llosa el Nobel de Literatura por "su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual" (de acuerdo a Javier Rodríguez Marcos de elpais.com), en otras palabras, por sus buenas intenciones políticas frustradas y traducidas en obras que ya todo mundo escribiera antes que él... Aunque con imágenes más retorciditas, como en los cachorros, o como en las visitadoras del tal Pantaleón...
     No sé cómo lo logra, pero el tal Mario es uno de esos escritores que logra contagiar a todos sus textos con esa actitud perdonavidas, altanera  con que  sale en cada una de sus fotografías.
     Auguro una nueva fiesta del chivo y otro pez en el agua, donde de serguro afirmará, para no variar, que el mundo le queda chico.